NOSOTROS Y LOS MIEDOS, DIGO LOS MEDIOS
Algo me está dando vueltas en la cabeza mientras cierro las ventanas porque está fresco y escucho a Barrientos, es una mañana particularmente tranquila. Anoche me quedé pensando en nuestra postura como cristianos evangélicos ante los medios de comunicación. De paso respondo algunos mails que me preguntan lo que pienso al respecto, hace tiempo les debía la respuesta a algunos, je.
Creo que todavía nos da pavor el “enfrentarnos” a los medios de comunicación. Bueh, “pavor”… más bien miedo. Lo comparo al miedo a tocar un instrumento; si no lo conozco, no puedo manejarlo. Entonces lo más seguro es seguir el camino ya recorrido. Particularmente aquí en Argentina venimos de un par de décadas de camino recorrido de manejo de medios de evangélicos para evangélicos. El detalle es que en estos años casi todo ha cambiado, desde la manera de manejar los medios hasta la tecnología, la aparición de la red, etc. Lo que veníamos haciendo estuvo bueno para los tiempos que han pasado, pero ahora… no deberíamos checar nuestro media management??
Fue necesario en el pasado. Un ejemplo claro es la radiofonía en mi país: con el final de la dictadura militar sobreabundaron programas de radio y radios fm evangélicos. Al gusto de unos, al repudio de otros de la misma fe, pero sobreabundaron. Estoy segura de que ese surgir era necesario, porque renacía la democracia y teníamos que salir del ostracismo como cristianos; teníamos que levantar la voz. Tal como otros comunicadores y otras disciplinas en los comienzos de la democracia pudimos cometer errores, pero había que levantar la cabeza y comenzar.
El tiempo pasó y algunos medios y comunicadores evangélicos fueron adaptándose al cambio de mentalidad, a la globalización, a la tecnología. Otros no, y yo creo que en parte es por miedo a lo nuevo, miedo a pisar un terreno desconocido, por no saber si se da con el target, por hacerlo mal. Y por esas cosas que hacen que te cierres y te niegues a aprender cómo comunicar en estos tiempos. No abundaré sobre eso ahora.
La cuestión es que escucho hablar de “cómo hacer las cosas bien” y de “los que no saben hacerlo” pero cada quien se queda en su postura, sin tratar de aportar al otro. Dicen, opinan. Y blablablá.
Y por otro lado escucho sobre la necesidad de hacer programas “para afuera” y otros que defienden la “radio cristiana”. Sobre esto, algunos leves pensamientos:
1) Es una muy buena estrategia hacer radio o tv en un medio no manejado por evangélicos (lo que algunos llaman “mundano” o “secular”), porque practicamos la inclusión, mostramos que salimos de “nuestro barrio” y que somos parte de una sociedad, que estamos aquí, que nos incluimos en la realidad que nos toca. Nos sabemos incluidos, pero además mostramos que queremos estar. Creo que es una manera muy eficaz de llegar donde queremos con el mensaje que queremos si se desarrolla de la manera apropiada.
Creo que todavía nos da pavor el “enfrentarnos” a los medios de comunicación. Bueh, “pavor”… más bien miedo. Lo comparo al miedo a tocar un instrumento; si no lo conozco, no puedo manejarlo. Entonces lo más seguro es seguir el camino ya recorrido. Particularmente aquí en Argentina venimos de un par de décadas de camino recorrido de manejo de medios de evangélicos para evangélicos. El detalle es que en estos años casi todo ha cambiado, desde la manera de manejar los medios hasta la tecnología, la aparición de la red, etc. Lo que veníamos haciendo estuvo bueno para los tiempos que han pasado, pero ahora… no deberíamos checar nuestro media management??
Fue necesario en el pasado. Un ejemplo claro es la radiofonía en mi país: con el final de la dictadura militar sobreabundaron programas de radio y radios fm evangélicos. Al gusto de unos, al repudio de otros de la misma fe, pero sobreabundaron. Estoy segura de que ese surgir era necesario, porque renacía la democracia y teníamos que salir del ostracismo como cristianos; teníamos que levantar la voz. Tal como otros comunicadores y otras disciplinas en los comienzos de la democracia pudimos cometer errores, pero había que levantar la cabeza y comenzar.
El tiempo pasó y algunos medios y comunicadores evangélicos fueron adaptándose al cambio de mentalidad, a la globalización, a la tecnología. Otros no, y yo creo que en parte es por miedo a lo nuevo, miedo a pisar un terreno desconocido, por no saber si se da con el target, por hacerlo mal. Y por esas cosas que hacen que te cierres y te niegues a aprender cómo comunicar en estos tiempos. No abundaré sobre eso ahora.
La cuestión es que escucho hablar de “cómo hacer las cosas bien” y de “los que no saben hacerlo” pero cada quien se queda en su postura, sin tratar de aportar al otro. Dicen, opinan. Y blablablá.
Y por otro lado escucho sobre la necesidad de hacer programas “para afuera” y otros que defienden la “radio cristiana”. Sobre esto, algunos leves pensamientos:
1) Es una muy buena estrategia hacer radio o tv en un medio no manejado por evangélicos (lo que algunos llaman “mundano” o “secular”), porque practicamos la inclusión, mostramos que salimos de “nuestro barrio” y que somos parte de una sociedad, que estamos aquí, que nos incluimos en la realidad que nos toca. Nos sabemos incluidos, pero además mostramos que queremos estar. Creo que es una manera muy eficaz de llegar donde queremos con el mensaje que queremos si se desarrolla de la manera apropiada.
2) Al respecto, vale recordar que nos dirigimos a un target que no maneja nuestros “códigos internos” ni entiende nuestra música de A&A, etc. Deberemos adaptarnos, o curiosamente ser más…normales. Ja!
3) Por otra parte, hay un público numeroso que no podemos ignorar: los evangélicos, el público cristiano. Como todo público, con total derecho a expresarse. Como todo público, con necesidad de feedback. Decir que no deberían existir las estaciones de radio y TV cristianas es antidemocrático, y de estar en USA, nos plantarían la quinta enmienda en la cara!
Hay un manejo de medios que no es menor por parte de los cristianos: existen canales de TV, radios de amplitudes varias, periódicos, magazines, sitios web, redes sociales, canales de vídeos, tv y radios web, literatura, artes visuales y un más que amplio y competitivo mercado musical. Es imposible pasarlo por alto, es una necedad no admitir que necesitamos desarrollar y manejar mejor estos medios que ya están instalados en lugar de quemarlos en hogueras de discursos que pocos cumplen. Yo creo que la cosa no pasa por “los medios para cristianos no deberían existir y los medios para afuera sí”, sino por ambos deben coexistir y nos hemos olvidado del segundo.
4) Creo firmemente en la necesidad de incluirnos como cristianos y tomar todos los medios, pero no sólo como forma de evangelización; también para ubicarnos en la sociedad, para ser y hacer, para esa otra parte que nos hemos olvidado que es tomar nuestro lugar en la comunidad, en la sociedad y dejar un poco la silla del que sólo tiene algo que decir y nada que hacer. Es necesario que nos quitemos el miedo al terreno nunca pisado y entremos por la puerta que siempre estuvo abierta para nosotros y hemos intentado ignorar: los medios no manejados por cristianos, la puerta directa a la sociedad.
5) También creo que es necesario un mejor aprovechamiento de los medios cristianos. Hay herramientas que difundir, puentes que tender, lazos que estrechar, principios que resaltar. Hay medios cristianos que resaltan los valores familiares con testimonios reales? Hay medios cristianos que promueven la cultura, los excelentes escritores que tenemos? Hay medios que muestran la historia del cristianismo, biografías, protagonistas? Hay medios que promueven la enorme variedad musical que manejamos y promuevan claramente la No-pirateria? Hay vacíos que llenar en nuestros medios.
Hay un camino que sospecho que no es sencillo, pero hay que recorrerlo. No podemos ignorar esto. No podemos hacer como que no existe, como que algún día se terminará. Dios nos ha dado herramientas, medios, maneras, capacidades.
A todo esto, claro, también trabajo en producción de radio indistintamente de ambos lados.
Y sigo haciendo otras cosas ahora mismo, luego de escribir sobre nosotros, los miedos, los medios, los miedos a los medios, jaja, en fin… hoy sí que tienen para leer mis bloggers. Un abrazo y gracias por seguir aquí.
