LA DECISION
- Podés creerlo? Ni siquiera tiene 30 años -me dijo mirando la pantalla donde se lo veía besando una copa unos años atrás- no se puede ir así.
Verdad pensé, cómo se va a ir asi. Y quise saber más al respecto de la decisión:
" (...) ya venía con pocas ganas de competir, fueron tres años que las cosas no me salían como quería, ya no sentía con tanta pasión lo que hacía y así es imposible hacer las cosas bien. En este deporte, hay que estar al 100% (...) Había perdido un poco las metas. Estoy muy tranquilo; hice más de lo que podría haber logrado en el tenis".
No había mucho que agregar, estaba decidido. Y mientras leía y oía opiniones de fans y no fans de Guillermo Coria pensaba en sus palabras. Y pensaba en el dolor de sus seguidores, que no quieren que se retire.
Pero no hizo caso y decidió irse. Sencillamente ya no eran las mismas ganas. "Había perdido las metas" dijo.
Y claro, me hizo pensar en las varias veces que encaré o seguí actividades "por los fans" porque otros querían verme ahí, haciendo lo que en realidad ni quería hacer. Por estar, por ser. Por parecer. Por satisfacer... pero en realidad había perdido las metas.
Por eso me deja pensando esta decisión. Y de vez en cuando sería conveniente dar la cara, admitir un error, darle un giro a la vida y dejar de satisfacer a los demás, y no automedicarnos con el activismo porque sí, por figurar, por caer bien. Tal vez por encarar actividades y "cargos" sin querer hemos soñado sueños ajenos, hemos dejado de soñar y volar con alas propias. Tal vez hemos perdido las metas.
Y tarde o temprano llega la gota que colma el vaso. Y la crisis interior.
Y antes que alguien se rasgue la túnica, ja... NO me refiero a no servir como parte del cuerpo de Cristo. Me refiero como en otras ocasiones a dimensionar mejor. A poner las cosas en su lugar. Y si nos identificamos con las palabras de Coria, tener la valentía de dar un giro y acomodar las prioridades, y enfocar de nuevo con la lente de Dios.
Algunos Wimbledons nos esperan aún, no? pero este último comentario se me torna casi de filosofía barata... mejor me despido de momento. Me quedo pensando, espero ustedes también. Un abrazo.
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