COMO LLUVIA
Llueve en Viedma. El agua nos sorprendió en pleno preparativo para la reunión, luego paró un rato, ahora, 1 a.m., sigue lloviendo y parece que así será toda la noche. Qué bueno en la zona de chacras, de campo donde había sequía la gente esperaba la lluvia para sus animales, para sus siembras y sus cosechas.
Particularmente yo esperaba la lluvia. Aaah, me encanta, me fascina salir a caminar con mi paraguas rojo, hablar sola en voz alta y cantar como quiera bajo la lluvia. Nadie se preocupa en oírte cuando llueve. Escuchar el sonido de las gotas en los vidrios, en las veredas, sentir la bruma suave refrescándote la cara, o refugiarte bajo algún techo y disfrutar así. Ahí te das cuenta que extrañabas la lluvia, que en alguna parte de tu alma esperabas que llueva. También en los días lluviosos se facilita la poesía y las melodías nuevas se nos acercan.
Quería contarte sobre una tarde calurosa en particular. Iba a un lugar a checar unas voces. La tarde –eran como las 6 p.m.- estaba nublada. El cielo mezclaba colores entre nubes grises que se acercaban preparando la tormenta. Miré el cielo delante de mí y me detuve. Se sentía en el aire ese “algo” que te avisa que va a llover pronto - tiene que ver con la humedad, la presión del aire, algo así? - y una quietud extraña. Pensé: “todo se detuvo?”. Seguí caminando deseando e inclusive necesitando la lluvia. Esta necesidad daba vueltas en mi cabeza. Más tarde y ya de regreso, comencé a tararear una melodía, y luego surgió letra mientras caminaba, y ya no era alguien que tenía ganas de que llueva, sino alguien que necesitaba la presencia de Dios como la lluvia. Recordé el texto que dice: “la persona que tiene en ti sus fuerzas… atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente cuando la lluvia llena los estanques” - Sal.84: 5, 6 -. Al llegar a casa, ya le había dicho a Dios sobre la sequedad de mi corazón y la necesidad de su presencia como lluvia, como fuente y como río, como sencillamente dice la canción que comenzó aquélla tarde y que hoy lees aquí:
IN THE MIDDLE OF MY LIFE, IN THE MIDDLE OF THE WIND,
IN THE MIDDLE OF MY THINKING, I’M WAITING FOR YOU.
IN THE MIDDLE OF THIS NOISE, IN THE MIDDLE OF MY VOICE,
IN THE MIDDLE OF MY QUESTIONS, I’M WAITING FOR YOU.
IN THE MIDDLE OF MY FEARS, IN THE MIDDLE OF MY TEARS,
YOU KNOW ME SO GOOD, I’M WAITING FOR YOU,
LIKE RAIN, LIKE FONT,
YOU FLOOD ME WITH YOUR LOVE,
LIKE RAIN AND LIKE A RIVER
I’M WAITING FOR YOU.
YOU SEE MY HEART... I’M WAITING FOR YOUR LOVE,
I’M WAITING FOR YOUR RAIN,
YOUR LOVE, YOUR RAIN,
I’M WAITING FOR YOU.
Particularmente yo esperaba la lluvia. Aaah, me encanta, me fascina salir a caminar con mi paraguas rojo, hablar sola en voz alta y cantar como quiera bajo la lluvia. Nadie se preocupa en oírte cuando llueve. Escuchar el sonido de las gotas en los vidrios, en las veredas, sentir la bruma suave refrescándote la cara, o refugiarte bajo algún techo y disfrutar así. Ahí te das cuenta que extrañabas la lluvia, que en alguna parte de tu alma esperabas que llueva. También en los días lluviosos se facilita la poesía y las melodías nuevas se nos acercan.
Quería contarte sobre una tarde calurosa en particular. Iba a un lugar a checar unas voces. La tarde –eran como las 6 p.m.- estaba nublada. El cielo mezclaba colores entre nubes grises que se acercaban preparando la tormenta. Miré el cielo delante de mí y me detuve. Se sentía en el aire ese “algo” que te avisa que va a llover pronto - tiene que ver con la humedad, la presión del aire, algo así? - y una quietud extraña. Pensé: “todo se detuvo?”. Seguí caminando deseando e inclusive necesitando la lluvia. Esta necesidad daba vueltas en mi cabeza. Más tarde y ya de regreso, comencé a tararear una melodía, y luego surgió letra mientras caminaba, y ya no era alguien que tenía ganas de que llueva, sino alguien que necesitaba la presencia de Dios como la lluvia. Recordé el texto que dice: “la persona que tiene en ti sus fuerzas… atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente cuando la lluvia llena los estanques” - Sal.84: 5, 6 -. Al llegar a casa, ya le había dicho a Dios sobre la sequedad de mi corazón y la necesidad de su presencia como lluvia, como fuente y como río, como sencillamente dice la canción que comenzó aquélla tarde y que hoy lees aquí:
IN THE MIDDLE OF MY LIFE, IN THE MIDDLE OF THE WIND,
IN THE MIDDLE OF MY THINKING, I’M WAITING FOR YOU.
IN THE MIDDLE OF THIS NOISE, IN THE MIDDLE OF MY VOICE,
IN THE MIDDLE OF MY QUESTIONS, I’M WAITING FOR YOU.
IN THE MIDDLE OF MY FEARS, IN THE MIDDLE OF MY TEARS,
YOU KNOW ME SO GOOD, I’M WAITING FOR YOU,
LIKE RAIN, LIKE FONT,
YOU FLOOD ME WITH YOUR LOVE,
LIKE RAIN AND LIKE A RIVER
I’M WAITING FOR YOU.
YOU SEE MY HEART... I’M WAITING FOR YOUR LOVE,
I’M WAITING FOR YOUR RAIN,
YOUR LOVE, YOUR RAIN,
I’M WAITING FOR YOU.
LIKE RAIN- Liliana Diaz
®2005 Lila Musik & More
