ANDAR SIN VER

Vamos y venimos. Escribimos.

Subimos y bajamos escaleras, apretamos botones de ascensores. Estacionamos por millonésima vez ahí. Esperamos el colectivo donde siempre. Caminamos pasos alargados en el andén de la estación.

Subimos el volumen del Ipod. Entornamos los ojos cuando no queremos escuchar a alguien y nos sumergimos en nuestros pensamientos hechos lago, sea común o Ness. Fingimos estar demasiado dormidos, ocupados, cansados, doloridos según la situación.

Nos dejamos cubrir e inundar por los sonidos de la calle, por voces y sonidos que no son los nuestros y sin embargo son tan familiares. Nos invaden el silencio, nos invaden el pensamiento. Nos dejamos invadir.




Fechas ajenas invaden las nuestras y nos acostumbramos a eso. Y a veces nos gusta eso.

Planificamos, planeamos, construimos y derrumbamos torres de planes, edificios de ocupaciones extras, ciudadelas bárbaras de ideas que posamos en caminos que evaden a una familia o a una vida real en construcción. Tratamos de estar siempre ocupados.

A veces lo que hacemos responde al cumplimiento de sueños personales. A veces lo que hacemos responde a nuestra necesidad de escapar de la realidad. Y de esa manera algunas veces el "estoy ocupado" en realidad significa "estoy muy solo". O el "tengo mucho que hacer" disfraza el "no me siento capaz de criar un hijo" o "no me siento capaz de resolver mis problemas de pareja". U otras frases con diferentes significados ocultos así.

Alguna vez alguien me decía algo como: "quisiera que mi esposo sea pastor, porque ganaría menos dinero pero seguro no me engañaría". Esa persona quería cambiar el estilo de vida familiar y las ocupaciones de su esposo porque tenía miedo al engaño. No por algo "ministerial" sino por sus propios miedos e inseguridades. Algunas personas también desean trabajar al 100% dentro de la iglesia para no "contaminarse". No es por llamado, es por miedo al contagio de lo mundanal (olvidándose que estamos en el mundo...).

Acabo de recordar lo que dice la Biblia, que Dios no nos dará más de lo que podemos llevar; y es que a veces nosotros sí nos ponemos más de lo que podemos llevar, como si fuéramos caminando y llevando una pila de cosas, una pila tan alta que no nos deja ver lo que hay al frente. Así es más difícil caminar y se anda más lento y con temor.

Y tal vez justo delante está tu familia que te espera, que te necesita.
O justo delante está la persona de tu vida.
O tu hijo o hija esperando tu amor demostrado más en hechos que en regalos.
O el cumplimiento de los planes de Dios para ti.
O la respuesta que tanto esperaste, y no puedes ver porque vas cargado/a de agendas, archivos, tareas, ocupaciones que te impusiste por no quedarte quieto un poco, por no esperar a ver qué planes tiene Dios y cómo está Su agenda para ti.

Lo escribo con confianza porque yo misma me perdí momentos únicos y gente valiosa por caminar sin ver adelante y con un montón de cosas que hacer pero que me distraían de lo que realmente Dios quería que haga.
Te invito a que en estos días te quites la pila de agendas un momento de encima y mires lo que hay delante. Lo que realmente hay delante.
Tal vez sea tiempo de tomar realidades y dejar lo que ocupa nuestras mentes, horas, noches.

Tengo una certeza en todo esto: prefiero tropezar y levantarme que andar sin ver.


Powered By Blogger


Hwy777.com
Planeta de Blogs Cristianos
Home Argentina. Tu pagina de inicio

SEGUIME EN...