DISFRUTANDO MAS
Estamos en medio del año, aqui es invierno. En esta época por lo general uno anda bien ocupado -y preocupado-, con sueño atrasado, ganas de un dia de 27 horas, o de un día extra de descanso.Y precisamente en esta época es cuando suelo andar de mal humor y algo "quejada". En estos meses me vengo dando cuenta que estuve -y estoy- ocupada en lo que me gusta hacer, pero no estaba disfrutando de ello precisamente.Cuando trabajas u ocupas tu tiempo en lo que no te es agradable, andas de mal humor. Pero también cuando estás ocupado en lo que siempre quisiste hacer a veces no estás feliz. Eso me estaba sucediendo.
Una tarde de domingo estaba bien cansada y me quedé en mi cuarto simplemente llorando sin saber por qué. Coincidía en un tiempo bien ocupado, haciendo lo que me gusta hacer -privilegio, 100% gracia de Dios-, junto a mi familia, a la gente que quiero, emprendiendo, logrando, descubriendo... y sin embargo ahí estaba, llorando sin sentido.Y me di cuenta que estaba siempre tan pre-ocupada que no podía disfrutar de lo que Dios me estaba brindando.
Claro, uno siempre toma recaudos, piensa alternativas, planes B, escapes de incendio para lo que vive emprende o enfrenta. Y a causa de ese "instinto de supervivencia" vivimos tensos, preparados para lo peor. "Lo que vivo está bueno, pero...", "ahora vivo esto... pero y si mañana...", y no disfrutamos el ahora que Dios nos regala.
Tal vez no estás viviendo "la situación ideal", pero Dios está, y este ya es un motivo para "bajar un cambio".Además la vida se ve de otra manera cuando te relajas; se sonríe más, se duerme mejor, se disfruta más y se valora más a la gente que está cerquita del corazón.Y si estás emprendiendo algo nuevo, si estás tomando riesgos, también ahí está Dios, de modo que "no alerte sus fusiles" como diría Benedetti. Un poco de calma, por favor...Un poco más de disfrutar, un poco más de dejarse abrazar... un poco más de descansar en Dios. Si Él no es nuestro refugio, nuestra fuerza y esperanza, en quién descansar mejor, verdad?
